¿POR QUÉ SU PROPIA CASA?
Cualquiera que busque piso cerca de las grandes ciudades se dará cuenta enseguida de lo elevados que son los alquileres actuales, y cuanto más céntrico quiera vivir, más dinero tendrá que desembolsar cada mes. El problema es que los alquileres se han duplicado en algunas localidades en las últimas décadas, mientras que los salarios, por desgracia, no han subido en la misma medida.
Sin embargo, ser propietario de una vivienda puede ayudar en este sentido: Una hipoteca a largo plazo suele ser mucho más favorable que el alquiler de una vivienda comparable durante el mismo periodo.
Además, tiene la ventaja fundamental de que tu casa te pertenece de verdad. Esto es una gran ventaja, sobre todo para las familias jóvenes, ya que pueden organizar su casa en función de sus necesidades.
Estaremos encantados de facilitarle más información.
VENTAJAS FISCALES
Además, la compra de una vivienda también conlleva ventajas fiscales: puede deducir íntegramente de su renta imponible los intereses hipotecarios a pagar (y las renovaciones para mantener el valor). Para compensarlo, sin embargo, se añade a sus ingresos un valor de alquiler imputado. Este asciende a unos 60 % de un alquiler estándar de mercado para una propiedad comparable.
Además de estas deducciones por el lado de los ingresos, la totalidad de la deuda hipotecaria puede deducirse del patrimonio imponible. Si opta por la amortización indirecta a través de una cuenta del pilar 3a, se aplican otras deducciones fiscales.
VIVIENDA EN PROPIEDAD = GRAN INVERSIÓN
La compra de una vivienda es una inversión importante, pero a largo plazo puede resultar muy rentable. Como el espacio en Suiza es limitado y la población aumenta constantemente, hay escasez de espacio edificable y habitable, y una regla básica de la economía es: cuanta menos oferta hay, más cara resulta. Por tanto, las posibilidades de revalorización son buenas.
DISPOSICIONES RELATIVAS A LA EDAD
Si se adquiere una vivienda propia con suficiente antelación mediante una hipoteca, se puede amortizar total o parcialmente en el momento de la jubilación. Esto significa que el coste de la vivienda se elimina parcialmente (o incluso totalmente) en la edad de jubilación, lo que compensa elegantemente la reducción de ingresos como consecuencia de la jubilación.
Y si llega a una edad en la que ya no puede o no quiere vivir en una casa, el beneficio de la venta del inmueble es un bienvenido complemento a su pensión.